El pueblo sami tiene una historia larga y llena de conflictos. Como pueblo nómada originario del extremo norte, tiene su propia tradición lingüística y cultural, a menudo poco conocida en Europa Central. Averigua quiénes son los sami y conoce su historia desde la Edad Media hasta nuestros días en nuestro completo resumen.
¿Quiénes son los sami?
Los sami son un pueblo indígena que vive en el norte de los países escandinavos y Rusia. En el pasado también se les llamaba lapones, pero hoy en día es un término bastante despectivo. Sami, o sami, es la autodenominación del pueblo y fue adoptada a partir de la década de 1970.
¿Dónde viven los sami?
Los sami viven en las regiones septentrionales de Noruega, Suecia, Finlandia y en la península rusa de Kola. Su número no se conoce con exactitud, pero se calcula que son unas 80.000 personas en total, la mitad de las cuales viven en Noruega.
¿Qué lengua hablan los sami?
En la actualidad, sólo menos de la mitad de los sami hablan una lengua sami. Estas lenguas, también conocidas como sami o sami, suelen clasificarse según su ubicación geográfica. De las once lenguas sami conocidas, dos ya se han extinguido y varias otras sólo tienen entre 10 y 20 hablantes.
La lengua sami más extendida es el sami septentrional, con unos 17.000 hablantes. Le siguen el lulesa, con unos 800 hablantes, el sami del sur, con unos 700 hablantes, y el sami de Klidin, con unos 650 hablantes.
Historia sami
Historia temprana y Edad Media
El poblamiento de las Sápmi, la zona de asentamiento tradicional de los sami, puede rastrearse hasta 10.000 años atrás a través de hallazgos arqueológicos. Se dice que la cría de renos comenzó hacia el II milenio a.C. A pesar de estas investigaciones, se discute el origen de las semillas.
Hay pruebas de una tensa relación entre los vikingos y los sami en la Edad Media. Pero también hubo comercio. En la Alta y Baja Edad Media, cuando comenzó lentamente la formación de los estados, los estados escandinavos empezaron a cobrar impuestos y a tomar posesión de las tierras sami. Éste fue el comienzo de la opresión sistemática que duraría siglos.
Época moderna: sometimiento de los Sápmi y maltrato de los indígenas
A principios del siglo XVII, la situación de los sami empeoró. Se impusieron impuestos estrictos y la familia real sueca los hizo cumplir rigurosamente. Además, se establecieron aldeas eclesiásticas no sólo para hacer proselitismo entre los indígenas, sino también para que sirvieran de tribunal y mercado. De este modo, se podía controlar mejor a la población, que tenía que desplazarse hasta allí para comerciar.
Sin embargo, los samis no sólo se vieron perjudicados por los impuestos, el trabajo misionero y el cultivo de sus tierras; también se utilizó a los samis como mano de obra forzada para proyectos como la mina de plata de Nasafjäll. Los samis esclavizados y sumidos en la pobreza realizaban todo tipo de trabajos físicos para los colonos.
Pequeñas mejoras legales y cristianización fanática
En el siglo XVIII se produjeron algunas pequeñas mejoras en la situación jurídica de los nativos sami. Por ejemplo, se les concedió el derecho a cruzar la frontera en cualquier momento y se regularon más claramente sus derechos de caza frente a los colonos. Sin embargo, durante mucho tiempo no fueron iguales a los colonos.
La situación también había llegado a un punto crítico por la cuestión de la fe. Se destruyeron lugares de culto sami y la Iglesia intentó convertir a la gente contra su voluntad. Entre otras cosas, esto provocó muertes en la comunidad sami.
Industrialización, racismo y desplazamiento de los indígenas
Con la industrialización y los primeros ferrocarriles en Escandinavia, los sami fueron expulsados cada vez más de sus tierras. Al principio, el Estado sueco intentó apaciguar la situación con el llamado «Fjällodlingsgräns«, que pretendía conceder a los sami la parte occidental de sus tierras para la cría de renos. Sin embargo, esto no condujo al resultado deseado.
Además, el darwinismo social, popular en el norte de Europa en la década de 1920, exacerbó aún más la discriminación contra los sami. Mientras tanto, se les prohibió hablar su lengua materna y a sus hijos se les enseñaba deliberadamente a un nivel educativo inferior al de los inmigrantes, pues se creía que eran menos inteligentes.
En la península rusa de Kola, el gobierno asentó primero a otros grupos de población, a saber, komi y nenets. Luego se impuso la formación de koljoses de renos, lo que obligó a los samis a abandonar su modo de vida nómada y establecerse.
La cultura sami
Nomadismo
El nomadismo siempre ha estado anclado en la cultura sami. Hasta el siglo XVI, la mayoría de los samis vivían de forma nómada. Con el establecimiento de las aldeas eclesiásticas, se vieron entonces cada vez más obligados a un estilo de vida sedentario. Una de las razones fue que los rebaños de renos de los que vivían muchos sami no estaban domesticados, sino que la gente viajaba detrás de ellos.
La economía de los renos
Los renos siempre han desempeñado un papel cultural importante para los sami. Ya en el siglo XVII, la gente empezó a seguir a las manadas de renos. Los protegían de los depredadores y separaban de la manada los animales destinados al matadero. Como los renos no estaban domesticados, se les vigilaba las 24 horas del día hasta la segunda mitad del siglo XX.
Con el tiempo, esto se sustituyó por el uso de medios técnicos como motos de nieve y motocicletas. Sólo en las zonas montañosas intransitables sigue siendo habitual hoy en día la vigilancia a pie, para que las máquinas no tengan que acercarse demasiado al rebaño. En la actualidad, sólo el 15% de los samis siguen practicando la cría de renos.
Religión
Hasta la cristianización, los sami seguían un chamanismo que variaba de un lugar a otro. Con la ayuda de un tambor sagrado, se pretendía establecer contacto con la naturaleza, que se consideraba animada. Debido sobre todo al modo de vida nómada, la naturaleza desempeñaba un papel importante en la vida cotidiana de los sami, por lo que se la consideraba con gran reverencia.
La propia tierra, pero también el sol o el viento, se asociaban a los dioses. Se les hacían sacrificios en lugares destacados del paisaje. La mitología de la religión de la naturaleza sami difiere de lo que hoy se suele llamar mitología nórdica, que en realidad se refiere a la mitología de los colonos posteriores.
Lacristianización comenzó en el siglo XIV. A principios del siglo XVII, incluso se prohibió la religión tradicional sami. Se quemaron los tambores sagrados y estallaron violentos enfrentamientos.
La bandera sami
La bandera sami se exhibió por primera vez en los años 70, cuando se organizaron protestas contra la presa de Alta, en Sápmi. La bandera, diseñada por Synnøve Persen, fue confirmada como bandera oficial del pueblo sami por la Conferencia Nórdica el 15 de agosto de 1986.
El Joik
El Joik es un estilo de canto tradicional sami que se utilizaba para expresar emociones. Hoy en día lo utilizan a menudo músicos escandinavos con y sin origen sami. Un ejemplo famoso es la cantante sami-noruega Mari Boine.
Duodji: Artesanía sami
Tradicionalmente, la artesanía sami se centraba sobre todo en objetos cotidianos. Esto se debía al modo de vida nómada del pueblo. Se utilizaban materias primas naturales típicamente nórdicas, como la madera, el cuero y otras partes del reno. Hoy puedes estudiar duodji en la única escuela sami de Kautokeino.
Vestimenta tradicional
Debido al modo de vida tradicional y al clima del extremo norte, la ropa tradicional sami está hecha principalmente de cuero y más tarde de tejido de lana. La combinación de colores indica la procedencia de quien la lleva. Los colores predominantes son los de la bandera sami, que, entre otras cosas, representan el cielo, el sol, el fuego y la tierra.
Goahti
Goahtie es el nombre que reciben las viviendas tradicionales del pueblo sami. Las hay de distintos tipos, la mayoría diseñadas para un estilo de vida nómada y con una chimenea en el centro. Tradicionalmente, hay normas sobre cómo comportarse en una vivienda de este tipo.
Política
Aún hoy sigue habiendo conflictos legales entre los sami y los gobiernos regionales de las zonas en las que viven. Esto se debe principalmente a las invasiones de las zonas que han habitado durante siglos. Esto suele provocar pérdidas económicas. En particular, los pastores de renos que quedan suelen verse afectados. Sin embargo, la extracción de materias primas en su zona sin su participación también ha provocado conflictos.
El modo de vida actual de los sami
En la actualidad, la proporción de sami en la población total es baja, incluso en sus zonas de asentamiento originales.
Una gran proporción se ha visto obligada a adaptarse a lo largo de los siglos debido a las circunstancias económicas y culturales, y algunos han optado por ocupaciones modernas. No obstante, una proporción relativamente grande de la población sami sigue dedicándose a la cría de renos, la caza de focas o la pesca.
Literatura, películas y museos
Si quieres saber más sobre la cultura sami, los libros y documentales son especialmente útiles cuando estás en casa. Si viajas a Escandinavia, puedes visitar museos y centros culturales sami para conocer mejor su cultura y forma de vida.
Museos sami
- Siida en Inari (Finlandia)
- Ájtte en Jokkmokk (Suecia)
- Saemien Sijte (Museo y Centro Cultural Sami del Sur) en Snåsa (Noruega)
- Centro Sami de Arte Contemporáneo en Karasjok (Noruega)
Mercado tradicional de invierno en Jokkmokk
Un acontecimiento destacado para muchos sami es el mercado tradicional de invierno de Jokkmokk, que se celebra desde el siglo XVII. Todos los años, en febrero, esta pequeña ciudad del norte de Suecia se convierte en lugar de encuentro de los sami escandinavos. También hay exposiciones, puestos de artesanía tradicional y cocina tradicional sami.
El Festival Riddu Riđđu
El Festival Riddu Riđđu se celebra todos los años en Kåfjord (Gáivuotna en sami septentrional), en el norte de Noruega. Aquí puedes experimentar la música y la cultura sami. También participan otros pueblos indígenas con diversas formas de arte, como música, danza y teatro.
Festival de cine sami en Kautokeino
El festival de cine sami se celebra todos los años en Kautokeino. Las películas se proyectan en una pantalla hecha en parte de nieve. También es el único «autocine» para motos de nieve.