Aunque a algunos les dé un soponcio sólo de verlo, bañarse en hielo se ha convertido en una tradición para muchos, sobre todo en Escandinavia, donde darse un chapuzón en el agua helada es una obligación. Aquí encontrarás todo lo que necesitas saber sobre la tendencia saludable del norte.
¿Qué es un baño helado y cuáles son sus beneficios?
El baño de hielo (también conocido como baño frío o baño de invierno) se explica por sí mismo: te bañas en agua helada, en el mejor de los casos (y escandinavo) haciendo un agujero en el hielo. Por tanto, se practica sobre todo en invierno y en regiones frías. Importante: al bañarte en el hielo, debes permanecer en el mismo sitio, en ningún caso debes nadar.
El baño de hielo está muy extendido en muchas culturas, incluida la escandinava, donde es especialmente popular. Los inviernos en Escandinavia son largos, fríos, nevados y helados, por lo que hay muchas oportunidades de saltar al agua helada al aire libre.
Sin embargo, la razón por la que el baño helado es tan popular en Escandinavia no es sólo el largo invierno. En Finlandia y Suecia en particular, la sauna tiene una larga tradición, y una buena sesión de sauna también implica saltar al agua fría después. En ambos países hay numerosos lagos que invitan a hacerlo, por eso muchas saunas están situadas directamente sobre el agua o incluso a veces están construidas directamente sobre el lago y tienen acceso directo al agua helada. Finlandia tiene incluso su propio término para esta combinación de calor extremo y frío extremo: avanto.
¿Son saludables los baños de hielo?
En realidad, los baños de hielo pueden tener un efecto positivo sobre el cuerpo y la salud. Por ejemplo, el agua fría puede favorecer y mejorar la circulación sanguínea, ya que los vasos sanguíneos se contraen y dilatan rápidamente. El sistema inmunitario también puede reforzarse con baños de hielo regulares, ya que se estimula la producción de glóbulos blancos. Con un sistema inmunitario más fuerte, el cuerpo está, en el mejor de los casos, mejor protegido contra las infecciones. También puede fortalecerse el sistema cardiovascular.
Especialmente si haces mucho deporte intensivo, el baño de hielo puede ayudar a reducir el dolor muscular, ya que el frío tiene propiedades antiinflamatorias. El frío también puede estimular la quema de grasas. También puedes aumentar tu tolerancia al dolor y al frío.
Pero los baños de hielo no sólo repercuten en tu salud física, sino que también pueden mejorar tu salud mental. El reto y la superación del frío pueden darte una sensación de logro. También puede contribuir a la liberación de endorfinas, lo que mejora el estado de ánimo y la sensación de bienestar.
Baños de hielo: peligros y riesgos
Los baños de hielo entrañan una serie de peligros y riesgos, y no sólo para los principiantes. Por tanto, es muy importante que sólo practiques baños de hielo en un entorno seguro y bajo supervisión. La preparación es esencial, ya que puedes exponerte a condiciones potencialmente mortales.
Uno de los mayores peligros (y el más obvio) es la hipotermia. Por eso nunca debes permanecer mucho tiempo en el agua, sino volver a tierra firme a los pocos minutos. En el peor de los casos, podrías sufrir congelación, que puede causar daños a largo plazo en tu salud.
Los baños de hielo también pueden provocar problemas cardiovasculares si tu sistema cardiovascular no es lo bastante fuerte y está en forma. También corres el riesgo de tener dificultades respiratorias, calambres musculares o debilidad y desorientación general: el baño helado es una situación extrema porque no te acabas de acostumbrar al frío.
Instrucciones: cómo prepararse para un baño de hielo
No es aconsejable darse simplemente un baño de hielo sin ninguna preparación: como se ha descrito anteriormente, existen algunos peligros y riesgos, incluso para los bañistas de hielo experimentados. Por tanto, es importante prepararse, idealmente mucho antes del primer baño de hielo.
Paso 1: chequeo médico
Los riesgos están ahí: puede que tu cuerpo (todavía) no esté hecho para meterse en agua helada. Una circulación y una forma física sanas son muy importantes si quieres tener la fuerza suficiente para soportar el frío. Por tanto, en el mejor de los casos, deberías hacerte un chequeo con tu médico de confianza.
Paso 2: acostumbra tu cuerpo al frío
Para evitar un choque de frío, debes aclimatar suavemente tu cuerpo al agua fría. Puedes hacerlo por tu cuenta e incluso integrarlo en tu rutina diaria. Una buena forma de hacerlo, por ejemplo, es dejar gradualmente de utilizar agua caliente en la ducha y ducharte cada vez con agua más fría. También puedes practicar en la bañera, simplemente añadiendo cada vez más cubitos de hielo al agua fría. También puedes practicar la respiración al mismo tiempo.
Es esencial que te acerques al frío muy lentamente o a tu propio ritmo y que escuches a tu cuerpo.
Paso 3: el equipo adecuado
¿Bañador puesto y directamente al agua? Mejor no. Como principiante, debes llevar un traje de neopreno durante los primeros baños para proteger tu cuerpo y retener el calor. También puedes comprar calcetines de neopreno para protegerte los pies. Como no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza desprenden calor rápidamente, también deberías llevar guantes y gorro al nadar.
Paso 4: encuentra personas afines
Bajo ninguna circunstancia debes practicar la natación en hielo solo: los riesgos son demasiado elevados. Además, el primer paso es difícil, ya que no sólo requiere una buena forma física, sino también fuerza mental. En grupo o con un entrenador, suele ser más fácil superar tus inhibiciones y motivarte para seguir adelante.
Paso 5: sal a la naturaleza
Si tienes cerca piscinas al aire libre, piscinas naturales u otras masas de agua seguras donde puedas bañarte fuera de los meses de verano, son ideales para acostumbrarte con cuidado al frío natural. También puedes experimentar el descenso de las temperaturas del otoño y el invierno de forma natural.
Paso 6: asegúrate de respirar correctamente
Con las técnicas de respiración adecuadas, puedes relajarte, aumentar el calor corporal y prepararte para el frío. Tómate tu tiempo para relajar el cuerpo antes de entrar en el baño. También es importante respirar correctamente en el agua y no caer en la respiración agitada; es muy importante practicar esto. El conocido método Wim Hof utiliza una técnica especial de respiración: inhala y exhala 30-40 veces, y luego aguanta la respiración durante un minuto.
Paso 7: ¡al hielo!
Si te sientes preparado y en forma, nada se interpondrá en tu primer baño de hielo. Lo mejor es que tengas preparadas las toallas y la ropa para que puedas volver a ponerte rápidamente ropa seca después de entrar en el hielo. Lleva también un termo de té u otra bebida caliente.
Para tu primer baño, debes meterte en el agua lentamente. No debería llevarte más de unos minutos, preferiblemente sólo hasta tres minutos. Esto está perfectamente bien y es completamente normal, ya que el cuerpo se encuentra en una situación extrema incluso después de un largo periodo de preparación. También debes tener cuidado de no sumergirte la cabeza.
Una vez fuera del agua, debes calentar lentamente y estimular la circulación, por ejemplo haciendo la Postura del Caballo. Luego sécate y ponte mucha ropa para que tu cuerpo esté bien protegido. Las bebidas calientes también son beneficiosas, ¡y una pequeña recompensa por todo el esfuerzo!
Paso 8: crea una rutina
Si te gusta, deberías crear una rutina, ya que es la única forma de acostumbrarte realmente a los baños de hielo. Con el tiempo, crearás una sensación de normalidad y tus inhibiciones disminuirán.
¿Dónde puedes bañarte en hielo?
¿Puedes bañarte en hielo en casa en el Reino Unido?
No tienes que irte al norte de Europa para darte un baño helado, aunque allí en el norte sea una experiencia completamente distinta. En lugar de eso, puedes atreverte a darte un chapuzón en el agua helada en casa. No sólo la bañera es adecuada para ello, sino también barriles de lluvia o barriles y bañeras de hielo especiales que puedes montar fácilmente; lo mejor es que tengas un jardín o un balcón bien protegido, ya que estarás al aire libre y disfrutarás de la experiencia al máximo.
Las bañeras suelen ser de plástico o madera, pero ahora también están de moda las bañeras hinchables, que son fáciles de transportar y de montar y desmontar. Para las personas con un presupuesto más elevado, existen congeladores o cubas IBC especiales.
En general, sin embargo, puedes utilizar varios recipientes para bañarte en hielo, y prácticamente no hay límites para tu creatividad. Por ejemplo, los cubos de basura también pueden utilizarse como contenedores para baños de hielo.
Baños de hielo al aire libre: ¿dónde y cómo encontrar los sitios?
Hay lugares y grupos que se bañan regularmente en hielo en una gran variedad de lugares y en muchas ciudades. El mejor lugar es, por supuesto, un lugar natural adecuado para bañarse, como un lago o un río o arroyo aislado, pero siempre debes asegurarte de que está permitido nadar.
Lo mejor es que consultes en Internet las comunidades y grupos de baños de hielo.
En pocas palabras: las preguntas más importantes sobre el baño de hielo
Los baños de hielo no sólo proporcionan un subidón de adrenalina, sino que también pueden tener efectos positivos en el cuerpo y la mente. No sólo puede reforzar y favorecer el sistema inmunitario, la circulación sanguínea y la circulación, sino también la salud mental. El baño de hielo también tiene beneficios para los deportistas en particular: Puede aliviar el dolor muscular y potenciar la quema de grasas.
El baño helado no tiene que ver con la competición, sino con la conciencia de tu propio cuerpo. Unos pocos minutos son suficientes, sobre todo si eres principiante. Nunca debes permanecer en el agua más de cinco minutos, dos o tres suelen ser suficientes.
A temperaturas bajo cero, sólo debes permanecer en el agua unos segundos.
Si quieres beneficiarte del baño helado, debes crear rápidamente una rutina y darte baños helados con la mayor frecuencia posible. Así te acostumbrarás al agua fría y te fortalecerás. Lo ideal es bañarse con hielo una o dos veces a la semana, pero también se puede hacer más a menudo, aunque también hay que dejar que el cuerpo descanse un día entre baño y baño.
Además de los beneficios, el baño de hielo también encierra peligros: es y sigue siendo una situación extrema. La hipotermia y la congelación son riesgos evidentes, y también puede provocar problemas cardiovasculares, dificultades respiratorias o calambres musculares. Por tanto, debes prepararte bien, lo ideal es que te hagas un chequeo médico y, sobre todo, ¡nunca te bañes en hielo solo!
Por la mañana, el baño helado proporciona un nuevo comienzo del día: las endorfinas liberadas garantizan el buen humor y la motivación. Por la noche, el baño helado puede tener un efecto relajante, sobre todo después de una jornada laboral estresante. También puede ayudar a conciliar el sueño más fácilmente.